#ElPerúQueQueremos

Tus Dulces 18

Publicado: 2010-09-14

Mi primo, Leonardo, va siempre a jugar con su tía (un destino que no lo lleva muy lejos geográficamente, solo un piso más abajo) en lo que se ha vuelto su hobby favorito. Me he dado cuenta que le ha agarrado cariño a los que antes eran mis juguetes. Mis ejércitos de pokemones, mi elenco de plástico de Harry Potter (la versión miniatura de Hermione no le hace honor a la bella mujer que se ha vuelto), todas las versiones de La Mascara, mis dinosaurios, los Taps que provocaban adicción en los recreos y otras cosas más que activaron mis sensores sentimentaloides.

Ya no soy un niño, hace mucho que ya no. Pero extraño las épocas en los que no te enamorabas, en los que un juego de Bayblade o Yu-gi-oh eran las máximas preocupaciones existenciales.

Daria cualquier cosa por poder volver aunque sea solo 1 minuto y poder darme un par de consejos a mi mismo. Y no es porque me arrepienta de mis acciones, todo lo malo y lo bueno me ha llevado a estar donde estoy y a donde estaré. Creo que le cogería el hombro a esa versión infantil de mi y le diría Oye, huevoncito, tienes que estar ese día y decirle adiós, porque ya no la volverás a ver y cada día que pase habrás querido hacerlo. Se que ese MiniLumix no me entendería, hasta que cumpla 13 años y empiece a llorar por cosas con sentido.

Es que cruzando la barrera de los 18, los celebradísimos 18, no se porque usualmente le revientan tantos cuetes a esta etapa. Y, es que aparte de verme obligado a votar, todo es básicamente lo mismo. Soy el mismo que ríe y llora con las películas de Adam Sandler. Soy el mismo que colecciona comics de Spiderman y Iron Man y que se pone a leerlos cuando debería estar estudiando. Soy el mismo dependiente y celoso que se deprime con facilidad y el mismo al que muchos (irónicamente y sin mayor sentido) consideran un stand up comedian por naturaleza. Soy el mismo que escribe “huevadas” (según los mas sulfurados críticos y lectores) en este blog y no siente la más mínima vergüenza por eso.

Físicamente, ahora que soy oficialmente mayor, me siento aun más viejo de lo que ya podía sentirme. La guapa ex enamorada de mi amigo Sam, Yely, me puso 24 veranos (decir 24 primaveras me parece una cursilería insoportable) hace casi dos años. No se como me habrá visto para ponerme esa edad. Me gustaría preguntárselo, por curiosidad y como simple excusa para volver a verla, porque ¿dije que era guapa, no? Vale, porque si lo era. Yely no fue la única que se excedió con mi edad.

Este año me pusieron 27, pero creo que ya es una exageración. Supongo que todo se debe a mis fachas. Ando con la poca barba que tengo sin afeitar, el cabello largo y desordenado, y suelo salir con polos con dibujos abstractos y saco. Soy el Dr. House de las Comunicaciones, o por lo menos eso quisiera.

Es inevitable que no hable de romances o algo relacionado, esa es la idea en la que giran casi todos mis posts y es el concepto principal del blog. Los 18 me caen en un periodo de soltería alargada a voluntad, dicen las malas lenguas.

Técnicamente estoy bien, evitando los gastos que traería el tener una chica al lado. No quiero ampliar necesariamente este tema que puede servir para un post aparte, pero una relación de una semana o de un mes no me interesa en lo más mínimo.

He pasado por buenos momentos, para ser sincero. Ha habido chicas que me hicieron inmensamente feliz y otras que, sin piedad, pisotearon cruelmente mi inexperto corazón. Mas de una vez crei morir de amor por la inoportuna y bandolera de turno, situaciones que me han hecho lo que soy ahora, algo que no puedo ni quiero definir. Ahora, entrando en la crisis de los 20 años quiero a una mujer que complemente mi soledad y que aplaque mis tendencias depresivas, constantes y no documentadas en este blog. ¿O si?

Es aquí donde también te acuerdas de tus amigos y de aquellos que fanfarronean y se adjudican ese status, en general de las personas con las que has compartido escenario. En mis 18 años un montón de gente ha pasado por mi vida y con la velocidad con que aparecieron se fueron. Muchos de ellos lo único que hicieron fue malgastar oxigeno que otros con mas capacidad cerebral hubiesen utilizado con mayor sabiduría. Microcéfalos, inmaduros, jóvenes con síndromes psicológicos aun no aceptados por la ciencia por lo degradantes que son, acomplejados (aweo) nazis, amixers, pendejos y otras ramas del submundo limeño.

Trato de fijarme más en aquellas que le han dado algo de alegría a mi vida. También entonces me acuerdo de a los que he alejado, los que se alejaron por propia voluntad o los simplemente no aguantaron otro día. Gente que ya no me quiere hablar porque me lo he buscado. Quizás es justo. Quizás, como todo, me da igual.

Puede que hoy los 18 me abarquen con la nueva emoción adulta, más la del resto que la mía propia. Cuando cumpla 19 será igual, y a los 20 y a los 21, etc, etc, etc. Con menos pelo, mas arrugas y mas ojeras, pero básicamente el mismo. Feliz Cumpleaños, nene.

Esta canción va perfecta con el feeling del post, creo.


Escrito por

lumixxx

Comunicador. Blogger. ¿Escritor? PseudoGeek Cinefilo y futuro director. Quizas periodistas. Quizas vendendor de salchipapas. Casi lo mismo.


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