Nos quedamos mirando a esa hermosa mujer. Ella esta mirándote a ti. No lo creo, me esta mirando a mi.

Counting Crows, "Mr Jones"

La vida de Jorge Cuadros era, entre otras cosas, tranquila. Su papá era un músico de cierto éxito que puso un par de hits en las radios locales y a pesar de que por cosas más pequeñas habrían algunos que caminarían sin mirar a nadie por el peso del ego, el siempre fue un tipo sociable y carismático. Al tiempo que lo conocí, el empezó a salir con una chica llamada Karina, a la que no le veía la gracia. Muy guapa no era y muy lista tampoco, lo que ponía el marcador en cero en lo que yo busco en una chica. A ellos dos les iba bien, técnicamente.

Y luego Roxanne Red hizo efecto.

Luego de que Jorge me llamara en la noche y me contara que estaba con Roxanne, le pedí que me explicara la historia con detalles al día siguiente. Un cuento complicado que debe ser contando desde cero.

Si bien la relación de Jorge y Karina iba bien, tenían problemas como todas las parejas. En este caso, “problemas” se entiende como “otras chicas”, chicas con las que no pasaba nada serio, solo miradas por aquí y por allá. Y es que Jorge tenía cierta popularidad como las mujeres y sobre todo con una mujer: Milena Buscemi, la modelo inalcanzable, el cuero de cueros, la mujer. Lo que era solo un rumor pudo ser confirmado una de las pocas veces que pude hablar con ella, una vez que casualmente nos encontramos Dios sabe cómo.

- Oye, ¿tu amigo Jorge tiene enamorada no? – me pregunta como quien pregunta sobre el clima

- Si, esta con Karina… - y hago una pausa para sonar interesante y desentendido - ¿Es verdad que te gusta?

- Mira, te voy a contar a ti porque me pareces un chico de confianza. La verdad es que si, me parece lindo. Pero tiene novia pues, y aparte es muy menor.

Ese era el momento de decirle, “Milena, yo estoy soltero, desquítate conmigo, aprovéchate de mí y de mi bondad, abúsame y corrómpeme”, pero no hubiese sido preciso en ese momento. Atine a decirle que eso no saldría de mis labios y que yo le informaría de cualquier novedad de Jorge. Que incluso era posible que terminara en estos días con Karina, porque ya no sentía lo mismo. Le pedí que confiara en mí. Cinco minutos después le estaba contando todo a Jorge.

El hecho que una chica con predisposición genética a ser Miss Perú quisiera algo con él no era una gran ayuda para Jorge. Los problemas de pareja que tenían se empezaron a convertir en abismos. Poco a poco dejaron de contarse cosas (o más bien Jorge dejo de contarle cosas), dejaron de llamarse por las tardes (o más bien Jorge dejo de llamarla por las tardes) y se fueron volviendo fríos y distantes (¿debo especificar nuevamente lo de Jorge?).

Y luego Roxanne apareció en escena.

Jorge estaba seguro que iba a terminar con Karina y no sabía cómo, ni cuándo. Ni sabía que haría luego de hacerlo. ¿Ir con la despampanante Milena o con la recién llegada Roxanne?

- ¿Tú a cual elegirías? – me pregunta tontamente el pobre Jorge

- Mi sentido arácnido dice Milena… - le digo – Y otras partes de mi cuerpo están de acuerdo con esa idea.

- ¿Pero crees que funcione? O sea, ella es mayor que yo. Muy mayor.

- Da igual la edad… Mientras las dejes en el asilo antes de las 8. Cosa de asilos.

Luego se molesta sin realmente estarlo y dejamos el tema. En un par de días termina con Karina poniendo de por medio el hecho de que “algo” había cambiado. Para proteger sus testículos de una posible patada y su mejilla de una potencial cachetada, jamás dijo que ese algo fueron dos féminas. Karina en ese momento odio a Jorge con toda la bilis que su hígado podía producir, dejo de hablarle por meses y hoy en día ya supero ese inconveniente. No paso mucho cuando el recién integrante del club de los solteros me llamo diciéndome que estaba con Roxanne, lo cual irritó a Karina y mí, no estoy seguro a quien le irritó más, realmente.

- ¡Sucedió rapidísimo! ¡Fue tan espontaneo! – me dijo por teléfono y no sabía que numero apretar para darle una patada en el culo.

Su vida de pareja fue probablemente el punto más bajo de mi amistad con Jorge. Me cambio por esa pequeña malvada disfrazada de oveja romántica. De los momentos que fueron consecuencia de ese trágico compromiso, hubo uno que vale la pena resaltar...

Un día cualquiera.

- ¿Te molesta si me siento? – pregunta acercándose a mí, ensayando su coquetería

- ¿Te molesta si me paro y me voy?

- Mira, algo rápido. Tú y yo no hablamos y no podemos saber si nos vamos a llevar bien. Pero eres el mejor amigo de Jorge y quisiera conocerte. Quisiera ser tu amiga. ¿Qué dices? Solo intentarlo, por él.

Y pone su maquiavélica mano frente a mí, esperando que la estreche con la mía.

Probablemente una de las canciones más recordadas de los 90's, de una banda que merece más crédito del que tiene. The Counting Crows con la clásica Mr Jones en el Playlist del blog. Nos vemos en 7 días.