No te amo, igual que ayer.

I Dont Love You, My Chemical Romance

Melanie es bonita. La conocí hace poco más de un año. Es ese tipo de chicas que te llaman la atención a primera vista y que, por eso, a veces no te haces mucha ilusión. Por cierto, si no quedo claro, Melanie era bonita. No al nivel de Olivia Wilde o Emma Stone, pero no iba por mal camino.

Melanie estaba entonces con un patán mala leche al que quería, lo que demuestra mi teoría que a las chicas les gusta, entre otras cosas, los vampiros y los chicos malos (poniendo énfasis en los chicos malos, siempre). Hoy ya no están pero ella lleva una foto de él en su cartera y siempre dice que no lo quiere.

Melanie es problemática. La gente siempre termina de tildarla de chinche o jodida. Desde su mejor amiga hasta el tipo con el que nunca habla. Yo hablo con ella porque no me parece tan mala persona y, bueno, me parece bonita.

Melanie dice que le gusto. No me lo ha dicho a mí, sino a una amiga en común. De eso han pasado muchos meses. No funcionaria, por lógica, no funcionaria. Ese tipo de cosas no se explican más allá.

Melanie me abraza en la parte más oscura de las escaleras. Aunque técnicamente, la oración seria “nos abrazamos”. También intentamos besarnos pero no sirve. Aunque técnicamente entre nosotros nada sirve. Los abrazos y los casi besos sirven, por lo menos por ahora.

Melanie dice, o más bien dijo, que somos amigos y por eso no nos podemos besar. Que eso arruinaría todo. No sé cómo decirle que no se puede arruinar todo cuando no hay nada. Creo que mejor no se lo digo.

Melanie me pregunta siempre cuando no le hablo si estoy bien. Tienes algo, te conozco, dice. Generalmente cuando lo hace, me coge de la mano. Cuando eso pasa, le sonrió y le digo:

- No tienes ni idea, querida. No tienes ni idea.